Diego Gonzalez.

No me defino solo como consultor. Soy un marketero con mentalidad de ingeniero: combino estrategia de negocio con sistemas y automatizaciones de IA. Eso me permite no solo planear campañas o procesos, sino también construir las herramientas que los hacen funcionar.

Si eres un profesional o un equipo que siente que trabaja demasiado pero avanza demasiado poco, probablemente sí. Mis sistemas están pensados para quienes quieren menos fricción, más resultados: desde creativos independientes hasta empresas que buscan escalar.

No siempre. La IA no es un requisito obligatorio, pero sí es algo que cualquier profesional o equipo debería estar explorando hoy. En muchos casos, puede agilizar tareas que tú o tus colaboradores hacen todos los días, liberando tiempo para lo que realmente importa. Más que un reemplazo de las personas, la IA debe verse como un potenciador de las posibilidades humanas: una herramienta que amplifica lo que puedes lograr. La meta no es tener más IA, sino más tiempo y claridad.

Entonces ajustamos. No vendo soluciones cerradas, sino procesos que evolucionan contigo. He aprendido (muchas veces a golpes) que lo importante no es la idea, sino lo que logra en la práctica.

Depende del nivel de personalización, pero en promedio entre 4 y 8 semanas. El proceso empieza con un diagnóstico breve (45–60 minutos) y termina con un roadmap claro, fechas concretas y resultados medibles.